domingo, 6 de mayo de 2012

¿Qué puede temer un pueblo acostumbrado a esperar?

El Mundo - 06/05/2012 - Aitana Sánchez Gijón


Suena la llamada a la oración. Son las seis de la mañana. Falta poco para que la casa despierte. Nos dejarán dormir un poco más.



Zeini nos agasaja con un buen desayuno mientras Zuein empieza con el ritual hiptónico del té: el primero, amargo, como la vida; el segundo, suave, como el amor; el tercero, dulce, como la muerte.

Los niños saltan sobre nosotras y nos espabilan con sus risas. Arranca un día más en el desierto. La vida transcurre despacio. ¿Qué puede temer un pueblo acostumbrado a esperar? Son ya más de 30 años de espera. Más de 30 años esperando a volver a la tierra arrebatada.

Donde hay silencio, hay olvido. Corramos la voz y no les abandonemos en este desierto de silencio.

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