jueves, 26 de enero de 2012

Mohamed VI se lucra en el Sáhara gracias al tratado agrícola con la UE


Público - Trinidad Deiros - Madrid 26/01/2012

A unas decenas de kilómetros de la ciudad de Dajla se yergue un vergel arrancado a las arenas del Sáhara Occidental gracias a la tecnología y al agua que el desierto atesora desde hace miles de años en su interior. Es el Dominio Agrícola de Tiniguir, 81 hectáreas (de un total de 500 productivas) dedicadas al cultivo en invernadero de tomate, melón, pimientos y pepinos destinados fundamentalmente a la exportación, con un mercado prioritario: la Unión Europea.



El propietario de esta explotación, que forma parte de la sociedad Dominios Agrícolas, los antiguos Dominios Reales, no es otro que el rey de Marruecos, Mohamed VI, cuya empresa posee 12.000 hectáreas de las mejores tierras marroquíes, según el semanario Tel Quel. Esta compañía no sólo es el principal productor de fruta, verdura y lácteos para el mercado marroquí (y saharaui), sino que también es una de las tres grandes empresas que, de acuerdo con un informe del eurodiputado francés José Bové (en el que pide que no se apruebe el nuevo tratado comercial con Marruecos), más se ha beneficiado del vigente convenio con la UE. El actual pacto se concluyó bajo el espíritu de la Conferencia de Barcelona de 1995, que llamó a hacer del Mediterráneo una zona de "prosperidad compartida".

Casi 17 años después, la pregunta que se hace Bové (Verdes) en el informe que hoy votará la Comisión de Comercio Internacional del Parlamento Europeo es quién se ha beneficiado de esa prosperidad. Y su respuesta, que dejó clara en una reunión de esa Comisión el pasado 13 de julio es clara: quien más se ha lucrado con el acuerdo han sido tres grandes empresas, las franco-marroquíes Azura y Soprofel, y los Dominios Agrícolas, joya del emporio del rey de Marruecos, Siger (anagrama de regis, rey en latín). Entre las tres, señaló Bové, acaparan al menos "el 70%" de los beneficios de un convenio que Marruecos vende como vital para su agricultura.

Una circunstancia pone especialmente en tela de juicio los pingües réditos que estas empresas han obtenido gracias a los consumidores europeos: las tres tienen invernaderos en la región de Dajla como reconocen en sus páginas web, en clara violación de la legalidad internacional, que establece que para que la explotación de los recursos naturales de un territorio no autónomo, como el Sáhara, sea legal, el pueblo autóctono debe dar su visto bueno. También que la explotación de esos recursos tiene que repercutir en la población, en este caso, la saharaui.

El nuevo acuerdo de librecambio comercial con Marruecos, que incluye el capítulo agrícola, ya ha sido sancionado por la Comisión y el Consejo, pese a que su legalidad está en entredicho, al igual que sucedió con el acuerdo pesquero, cuya prórroga fue anulada en diciembre por la Eurocámara a causa de la inclusión de las aguas saharauis. Ahora, para que entre en vigor el pacto comercial, que liberalizará el 55% de las importaciones con origen en el país magrebí y el 45% de las exportaciones europeas a Marruecos, sólo queda ya la luz verde por parte del plenario del Parlamento Europeo, que votará esta cuestión a mediados de febrero.

Si la Comisión de Comercio Internacional sanciona hoy el informe de Bové y desaconseja la aprobación del acuerdo, Estrasburgo se verá prácticamente abocado a rechazarlo. El dictamen de esa comisión no es vinculante pero sí tiene un importante peso moral, sobre todo porque ya otra comisión, la de Agricultura, recomendó el 12 de julio que la Unión Europea dijera no a un proyecto reiteradamente denunciado. Y no sólo por el Frente Polisario (que ha pedido que se excluya a los productos saharauis) sino principalmente por los agricultores europeos, en primer lugar los españoles. El sector agrícola nacional considera que las condiciones del nuevo acuerdo son insostenibles.

En su informe, el eurodiputado francés, que no menciona al rey de Marruecos, se pregunta de forma elocuente sobre "la pertinencia de seguir una política que favorece los intereses de actores influyentes, sin evaluar el impacto social en las poblaciones afectadas ni los daños ambientales constatados".

Sobre el Sáhara, Bové precisa: "Desde 2006, se han instalado en Dajla (Sáhara Occidental) diversas explotaciones agroindustriales que extraen aguas de los acuíferos costeros. La sobreexplotación de estas reservas acarreará en breve una salinización del agua dulce, poniendo en peligro el abastecimiento de la población local".

"El ponente [Bové] ha planteado la cuestión del ámbito territorial del acuerdo entre la UE y Marruecos en varias ocasiones. Varios estados, incluyendo EEUU, han firmado acuerdos de libre comercio con Marruecos excluyendo expresamente el Sáhara Occidental, medida que se ha tomado para no influir en el resultado de las negociaciones internacionales en el seno de las Naciones Unidas (...) El ponente no se encuentra en condiciones de constatar que este acuerdo sea conforme a los tratados internacionales que obligan a la UE y a todos sus estados miembros".

En realidad, el primer invernadero en el Sáhara (en la actualidad hay 11) data de 1989, y es precisamente el del rey; el único que, según explica a Público El Mami Amar Salem, presidente del Comité contra la Tortura de Dajla, cultiva "incluso frutas tropicales". La explotación del rey está "fuertemente custodiada", prosigue el activista que denuncia que, en ese y en el resto de invernaderos, la mayoría de sus trabajadores son "colonos marroquíes".

"Hasta que no fui a España [exiliado, en 2008], no supe que en Dajla se producían tomates cherry. Los saharauis no acceden a estos productos y lo único que ven son los autobuses que vienen a buscar a los obreros marroquíes".

El invernadero de Mohamed VI en Dajla es paradigmático de una situación que también denuncia el eurodiputado Bové en su informe: la falta de protección social y las pésimas condiciones de trabajo en Marruecos, circunstancias sobre las que la UE parece querer cerrar los ojos.

En agosto de 2010, cerca de un centenar de trabajadores (según otras fuentes 150) del Dominio de Tiniguir fueron expulsados de sus trabajos, al parecer justo después de haberse afiliado a un sindicato, la Unión Marroquí del Trabajo (UMT); los primeros que salieron por la puerta fueron los delegados sindicales. Alrededor de una quincena de ellos acamparon entonces frente a la sede de los Dominios Agrícolas en Casablanca hasta principios de enero. Según denunció la UMT, estos obreros estaban hacinados de seis en seis en habitaciones de sólo 12 metros cuadrados y tuvieron que pelear hasta para tener agua potable pues sus jefes les obligaban a beber el agua de riego, cargada de azufre.

La vida en Dajla se ve también perturbada por los invernaderos. Según Amar Salem, "hay cortes de agua durante varias horas al día y a partir de las doce de la noche". No hay agua para todo y la prioridad no parece ser la población.

Mohamed VI se lucra en el Sáhara gracias al tratado agrícola con la UE


Público - Trinidad Deiros - Madrid 26/01/2012

A unas decenas de kilómetros de la ciudad de Dajla se yergue un vergel arrancado a las arenas del Sáhara Occidental gracias a la tecnología y al agua que el desierto atesora desde hace miles de años en su interior. Es el Dominio Agrícola de Tiniguir, 81 hectáreas (de un total de 500 productivas) dedicadas al cultivo en invernadero de tomate, melón, pimientos y pepinos destinados fundamentalmente a la exportación, con un mercado prioritario: la Unión Europea.



El propietario de esta explotación, que forma parte de la sociedad Dominios Agrícolas, los antiguos Dominios Reales, no es otro que el rey de Marruecos, Mohamed VI, cuya empresa posee 12.000 hectáreas de las mejores tierras marroquíes, según el semanario Tel Quel. Esta compañía no sólo es el principal productor de fruta, verdura y lácteos para el mercado marroquí (y saharaui), sino que también es una de las tres grandes empresas que, de acuerdo con un informe del eurodiputado francés José Bové (en el que pide que no se apruebe el nuevo tratado comercial con Marruecos), más se ha beneficiado del vigente convenio con la UE. El actual pacto se concluyó bajo el espíritu de la Conferencia de Barcelona de 1995, que llamó a hacer del Mediterráneo una zona de "prosperidad compartida".

Casi 17 años después, la pregunta que se hace Bové (Verdes) en el informe que hoy votará la Comisión de Comercio Internacional del Parlamento Europeo es quién se ha beneficiado de esa prosperidad. Y su respuesta, que dejó clara en una reunión de esa Comisión el pasado 13 de julio es clara: quien más se ha lucrado con el acuerdo han sido tres grandes empresas, las franco-marroquíes Azura y Soprofel, y los Dominios Agrícolas, joya del emporio del rey de Marruecos, Siger (anagrama de regis, rey en latín). Entre las tres, señaló Bové, acaparan al menos "el 70%" de los beneficios de un convenio que Marruecos vende como vital para su agricultura.

Una circunstancia pone especialmente en tela de juicio los pingües réditos que estas empresas han obtenido gracias a los consumidores europeos: las tres tienen invernaderos en la región de Dajla como reconocen en sus páginas web, en clara violación de la legalidad internacional, que establece que para que la explotación de los recursos naturales de un territorio no autónomo, como el Sáhara, sea legal, el pueblo autóctono debe dar su visto bueno. También que la explotación de esos recursos tiene que repercutir en la población, en este caso, la saharaui.

El nuevo acuerdo de librecambio comercial con Marruecos, que incluye el capítulo agrícola, ya ha sido sancionado por la Comisión y el Consejo, pese a que su legalidad está en entredicho, al igual que sucedió con el acuerdo pesquero, cuya prórroga fue anulada en diciembre por la Eurocámara a causa de la inclusión de las aguas saharauis. Ahora, para que entre en vigor el pacto comercial, que liberalizará el 55% de las importaciones con origen en el país magrebí y el 45% de las exportaciones europeas a Marruecos, sólo queda ya la luz verde por parte del plenario del Parlamento Europeo, que votará esta cuestión a mediados de febrero.

Si la Comisión de Comercio Internacional sanciona hoy el informe de Bové y desaconseja la aprobación del acuerdo, Estrasburgo se verá prácticamente abocado a rechazarlo. El dictamen de esa comisión no es vinculante pero sí tiene un importante peso moral, sobre todo porque ya otra comisión, la de Agricultura, recomendó el 12 de julio que la Unión Europea dijera no a un proyecto reiteradamente denunciado. Y no sólo por el Frente Polisario (que ha pedido que se excluya a los productos saharauis) sino principalmente por los agricultores europeos, en primer lugar los españoles. El sector agrícola nacional considera que las condiciones del nuevo acuerdo son insostenibles.

En su informe, el eurodiputado francés, que no menciona al rey de Marruecos, se pregunta de forma elocuente sobre "la pertinencia de seguir una política que favorece los intereses de actores influyentes, sin evaluar el impacto social en las poblaciones afectadas ni los daños ambientales constatados".

Sobre el Sáhara, Bové precisa: "Desde 2006, se han instalado en Dajla (Sáhara Occidental) diversas explotaciones agroindustriales que extraen aguas de los acuíferos costeros. La sobreexplotación de estas reservas acarreará en breve una salinización del agua dulce, poniendo en peligro el abastecimiento de la población local".

"El ponente [Bové] ha planteado la cuestión del ámbito territorial del acuerdo entre la UE y Marruecos en varias ocasiones. Varios estados, incluyendo EEUU, han firmado acuerdos de libre comercio con Marruecos excluyendo expresamente el Sáhara Occidental, medida que se ha tomado para no influir en el resultado de las negociaciones internacionales en el seno de las Naciones Unidas (...) El ponente no se encuentra en condiciones de constatar que este acuerdo sea conforme a los tratados internacionales que obligan a la UE y a todos sus estados miembros".

En realidad, el primer invernadero en el Sáhara (en la actualidad hay 11) data de 1989, y es precisamente el del rey; el único que, según explica a Público El Mami Amar Salem, presidente del Comité contra la Tortura de Dajla, cultiva "incluso frutas tropicales". La explotación del rey está "fuertemente custodiada", prosigue el activista que denuncia que, en ese y en el resto de invernaderos, la mayoría de sus trabajadores son "colonos marroquíes".

"Hasta que no fui a España [exiliado, en 2008], no supe que en Dajla se producían tomates cherry. Los saharauis no acceden a estos productos y lo único que ven son los autobuses que vienen a buscar a los obreros marroquíes".

El invernadero de Mohamed VI en Dajla es paradigmático de una situación que también denuncia el eurodiputado Bové en su informe: la falta de protección social y las pésimas condiciones de trabajo en Marruecos, circunstancias sobre las que la UE parece querer cerrar los ojos.

En agosto de 2010, cerca de un centenar de trabajadores (según otras fuentes 150) del Dominio de Tiniguir fueron expulsados de sus trabajos, al parecer justo después de haberse afiliado a un sindicato, la Unión Marroquí del Trabajo (UMT); los primeros que salieron por la puerta fueron los delegados sindicales. Alrededor de una quincena de ellos acamparon entonces frente a la sede de los Dominios Agrícolas en Casablanca hasta principios de enero. Según denunció la UMT, estos obreros estaban hacinados de seis en seis en habitaciones de sólo 12 metros cuadrados y tuvieron que pelear hasta para tener agua potable pues sus jefes les obligaban a beber el agua de riego, cargada de azufre.

La vida en Dajla se ve también perturbada por los invernaderos. Según Amar Salem, "hay cortes de agua durante varias horas al día y a partir de las doce de la noche". No hay agua para todo y la prioridad no parece ser la población.

jueves, 19 de enero de 2012

Javier Bardem presentará en Berlín el documental sobre el Sáhara.



El Pais - Rocío García - Madrid - 17/01/2012

Fue en abril de 2008, coincidiendo con su presencia en el festival de cine Fisahara, cuando Javier Bardem conoció por primera vez el Sáhara. Se enganchó de por vida. Fruto de esa obsesión y pasión por el pueblo saharaui, el actor ha producido y protagonizado un documental, dirigido por Álvaro Longoria, que ha sido seleccionado para participar en la 62 edición del Festival de Cine de Berlín en febrero próximo. Hijos de las nubes, la última colonia se estrenará el día 16 de febrero en la sección oficial Berlinale Special 2012.


Bardem asistirá en Berlín a la presentación mundial del documental, su segundo largometraje como productor, tras Invisibles.

En el largometraje documental, Bardem va guiando al espectador a través del mundo de la diplomacia internacional y de los intereses geoestratégicos de la conocida como primavera árabe, analizando la trágica historia de los habitantes del Sáhara Occidental. Rodada a lo largo de tres años y seis países, Hijos de las nubes, la última colonia cuenta con testimonios de ciudadanos saharauis, tanto refugiados como activistas de derechos humanos, políticos de distintos países como Francia, España, Estados Unidos, Argentina..., periodistas, diplomáticos, todos aquellos que de alguna manera han tenido algún protagonismo con ese pueblo que vive un desastre humanitario desde hace más de 35 años y que Bardem está empeñado en que no caiga en el olvido.

"Para el Sáhara siempre tendré tiempo", aseguró el actor a este periódico en una entrevista celebrada hace más de dos años. "Después de ir al Sáhara te cuesta volver a casa", añadió Bardem, que todavía recuerda al pueblo saharaui, a esos 30.000 ciudadanos que viven en un desierto de piedras y cactus, desde que fueron arrancados de sus tierras. "Ningún Gobierno ha hecho lo que debería hacer que es legitimar el Sáhara como país libre, darle al Frente Polisario el estatus diplomático para que pueda negociar", reivindicó en aquella ocasión el intérprete.

El documental es una producción española producida por Javier Bardem (Pingüin Films), Álvaro Longoria (Morena Films) y Lilly Hartley (Candescent Films).

Javier Bardem presentará en Berlín el documental sobre el Sáhara.



El Pais - Rocío García - Madrid - 17/01/2012

Fue en abril de 2008, coincidiendo con su presencia en el festival de cine Fisahara, cuando Javier Bardem conoció por primera vez el Sáhara. Se enganchó de por vida. Fruto de esa obsesión y pasión por el pueblo saharaui, el actor ha producido y protagonizado un documental, dirigido por Álvaro Longoria, que ha sido seleccionado para participar en la 62 edición del Festival de Cine de Berlín en febrero próximo. Hijos de las nubes, la última colonia se estrenará el día 16 de febrero en la sección oficial Berlinale Special 2012.


Bardem asistirá en Berlín a la presentación mundial del documental, su segundo largometraje como productor, tras Invisibles.

En el largometraje documental, Bardem va guiando al espectador a través del mundo de la diplomacia internacional y de los intereses geoestratégicos de la conocida como primavera árabe, analizando la trágica historia de los habitantes del Sáhara Occidental. Rodada a lo largo de tres años y seis países, Hijos de las nubes, la última colonia cuenta con testimonios de ciudadanos saharauis, tanto refugiados como activistas de derechos humanos, políticos de distintos países como Francia, España, Estados Unidos, Argentina..., periodistas, diplomáticos, todos aquellos que de alguna manera han tenido algún protagonismo con ese pueblo que vive un desastre humanitario desde hace más de 35 años y que Bardem está empeñado en que no caiga en el olvido.

"Para el Sáhara siempre tendré tiempo", aseguró el actor a este periódico en una entrevista celebrada hace más de dos años. "Después de ir al Sáhara te cuesta volver a casa", añadió Bardem, que todavía recuerda al pueblo saharaui, a esos 30.000 ciudadanos que viven en un desierto de piedras y cactus, desde que fueron arrancados de sus tierras. "Ningún Gobierno ha hecho lo que debería hacer que es legitimar el Sáhara como país libre, darle al Frente Polisario el estatus diplomático para que pueda negociar", reivindicó en aquella ocasión el intérprete.

El documental es una producción española producida por Javier Bardem (Pingüin Films), Álvaro Longoria (Morena Films) y Lilly Hartley (Candescent Films).

jueves, 12 de enero de 2012

Apoyo a los presos politicos saharauis de Gdeim Izik



Concentración en plaza el parchis - Gijon - viernes 13 a las 19:30 horas




Hace mas de un año que 24 presos politicos saharauis, están en la carcel marroquí de Salé como resultado del desmantelamiento violento por parte del ejército marroquí o fuerzas de ocupación,  del campamento de Gdeim Izik.


Un Tribunal militar, pretende enjuiciar en Marruecos, hechos ocurridos en el territorio del Sahara Occidental, lo que hace NULO de pleno derecho cualquier acción marroqui, según el derecho internacional. Por ello, el tribunal marroqui no es competente para enjuiciar legalmente por supuestos hechos cometidos fuera de su territorio.

La Asociación asturiana de Amigas y Amigos del Pueblo Saharaui y COSARA (Comunidad de  Saharauis  Residentes en Asturias), hacemos un llamamiento a la Comunidad internacional para que ejerza sus responsabilidades y evite la celebración de este juicio que vulnera el derecho internacional y que ademas constituye un elemento represor del derecho al RECHAZO a la ocupación marroqui.

De igual modo, hacemos un llamamiento a los observadores internacionales para que asistan a la celebración de la vista de este juicio para, en defensa del derecho internacional, los derechos humanos y el derecho humanitario de aplicación a los reclusos saharauis, garantizar la celebración de un juicio justo.

En solidaridad con los presos, tendrá lugar una CONCENTRACION el próximo viernes dia 13 de enero a las 19,30 en la plaza EL PARCHIS, en Gijón.

Animamos a todos los amigos del pueblo saharui y los amantes de la paz y la justicia a participar en la concentración.

Apoyo a los presos politicos saharauis de Gdeim Izik



Concentración en plaza el parchis - Gijon - viernes 13 a las 19:30 horas




Hace mas de un año que 24 presos politicos saharauis, están en la carcel marroquí de Salé como resultado del desmantelamiento violento por parte del ejército marroquí o fuerzas de ocupación,  del campamento de Gdeim Izik.


Un Tribunal militar, pretende enjuiciar en Marruecos, hechos ocurridos en el territorio del Sahara Occidental, lo que hace NULO de pleno derecho cualquier acción marroqui, según el derecho internacional. Por ello, el tribunal marroqui no es competente para enjuiciar legalmente por supuestos hechos cometidos fuera de su territorio.

La Asociación asturiana de Amigas y Amigos del Pueblo Saharaui y COSARA (Comunidad de  Saharauis  Residentes en Asturias), hacemos un llamamiento a la Comunidad internacional para que ejerza sus responsabilidades y evite la celebración de este juicio que vulnera el derecho internacional y que ademas constituye un elemento represor del derecho al RECHAZO a la ocupación marroqui.

De igual modo, hacemos un llamamiento a los observadores internacionales para que asistan a la celebración de la vista de este juicio para, en defensa del derecho internacional, los derechos humanos y el derecho humanitario de aplicación a los reclusos saharauis, garantizar la celebración de un juicio justo.

En solidaridad con los presos, tendrá lugar una CONCENTRACION el próximo viernes dia 13 de enero a las 19,30 en la plaza EL PARCHIS, en Gijón.

Animamos a todos los amigos del pueblo saharui y los amantes de la paz y la justicia a participar en la concentración.