miércoles, 4 de mayo de 2011

Comunicado de CEAS-Sáhara ante las próximas elecciones municipales y autonómicas.


A l@s saharauis no les dejan votar, vota tú pensando en su futuro.

En el horizonte de las próximas elecciones autonómicas y municipales, la Coordinadora Estatal de Asociaciones Solidarias con el Sáhara (CEAS-Sáhara) quiere dirigirse a los partidos políticos, a sus militantes y a la ciudadanía en general para hacerlos partícipes de sus reflexiones ante un momento tan significativo e importante en el ejercicio de la práctica democrática y respecto a la situación en el Sáhara Occidental.


Conscientes de que estos comicios tienen un horizonte claramente delimitado en el ámbito de la política interior, tanto a nivel local como en el plano de las Comunidades Autónomas, no queremos que quede fuera de esa dimensión el largo y dramático contencioso del Sáhara Occidental, porque constituye una herida abierta en nuestra historia reciente y una responsabilidad todavía inconclusa en nuestra condición legal y legítima de potencia administradora de un Territorio No Autónomo, en virtud de una representatividad que hemos despreciado pero que no nos ha sido retirada por la comunidad internacional.

Y en virtud de ese papel, que algunos interesadamente se esfuerzan por ignorar, pedimos que se le retire la confianza política a aquellos grupos que dicen defender la legalidad retorciéndola en su interpretación hasta límites inimaginables y no se sienten dispuestos a aceptar la libre decisión emitida por el pueblo saharaui en las urnas.

A quienes defienden la paz a costa de financiarla con la venta de armas a países en conflicto.

A aquellos que proclamándose defensores de los Derechos Humanos y de las poblaciones civiles le dan desigual valor al sufrimiento de un habitante de Bengassi que al de otro de Trípoli, que contabilizan el dolor de forma distinta si afecta a los propios que a los ajenos, que consideran que un libio ultrajado vale más que un yemení y que los saharauis protestan, con más de 135 prisioneros políticos en las cárceles marroquíes, porque no saben hacer otra cosa.

A los que hacen de la corrupción un instrumento de la política y pretenden hacernos cómplices e indignos a todos nosotros como ellos mismos forzándonos a votar a candidatos situados bajo sospecha.

A todos los que siguen perpetuando una traición histórica miserable e interesada como la entrega del Sáhara Occidental a Marruecos y Mauritania otorgando legitimidad a una bajeza que históricamente constituye una lacra en nuestro pasado reciente.

A cuantos se justifican con la atención alimenticia a las necesidades mínimas de las y los refugiados saharauis pero no son capaces de preocuparse por sus necesidades esenciales como personas ni otorgarles el respeto y la consideración que con su silencio ante sus sufrimientos les niegan.

A todas las opciones que no fomenten la austeridad, la honestidad, el servicio a la colectividad y la coherencia y el respeto a los compromisos adquiridos como normas para el desarrollo de la vida política y camino para proseguir en la construcción de una democracia para todos y todas.

En el Sáhara Occidental, como en tantos otros lugares del planeta, no podrá haber paz ni estabilidad, sin un acuerdo político viable que defienda los derechos humanos y conceda reparación para las víctimas; y en ambos casos, España tiene una responsabilidad ineludible.

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