No sabemos si el Consejo de Seguridad (CS) aceptará
que la Misión de Paz para el Sáhara se encargue de vigilar y denunciar posibles
violaciones de los derechos humanos de la población saharaui. Hasta ahora no lo
ha hecho y hay pocos motivos para esperar que lo haga. Ya ha intervenido Francia
para boicotear dicha posibilidad
La ONU da muestras constantes de su inoperancia salvo
cuando se trata de algún asunto en el que esté interesado alguno de los países
miembro permanente del propio Consejo. En el caso del Sáhara, siempre es Francia
la que está detrás de todos los entuertos. EEUU y otros países sobre todo
monarquías árabes también apoyan incondicionalmente a
Marruecos.
En numerosas ocasiones la ONU, que nació como
Organización para el mantenimiento de la Paz, parece como si la paz no fuese lo
suyo, a lo más lo de unos pocos, cuando a estos pocos les interesa. Por eso, más
que de inoperancia se podría hablar de arbitrariedad. La ONU se ha convertido en
la herramienta jurídica que cubre con una pátina de legalidad los abusos y las
arbitrariedades de los poderosos. La ONU, donde estamos todos, se ha convertido
en la de unos pocos, en la que la mayoría estamos de
comparsas.
La MINURSO, Misión de las Naciones Unidas para el
Referendo del Sáhara Occidental, es el instrumento que se creó en 1991 para
hacer posible la realización del Plan de Paz; como lo demuestra su primera
tarea: verificar el alto el fuego entre las partes
enfrentadas.
Cualquier Misión de Paz de las Naciones Unidas tiene
como principal cometido la vigilancia de la defensa de los derechos humanos de
la población en cuestión; como por otro lado es lógico. ¿Cómo puede haber paz en
un país si no se respetan los derechos humanos de las personas?, ¿de qué paz
estaríamos hablando? Obviamente no me refiero a la paz de los cementerios.
Ya en 1975, cuando la Marcha Verde, la ONU dejó
entrever algún disimulado mensaje de por donde iba a ir su actitud con la
cuestión saharaui. En aquella ocasión el Consejo de Seguridad no se decidía a
tomar una posición clara por lo que ni siquiera pedía a Hassan II que detuviera
la Marcha Verde, lo cual alentaba a Marruecos a proseguir en su empeño. ¡Qué
diferencia con la actitud que el Consejo de Seguridad tuvo en 1990 cuando Sadam
Hussein invadió Kuwait! Entonces sí, entonces sí estuvo enérgico el Consejo de
Seguridad. El mismo día de la invasión, dos de agosto, ya emitió su primera
resolución condenatoria y el día 6, actuando en conformidad con el capítulo VII
de la carta de las Naciones Unidas, emitía una fortísima resolución en la que se
condenaba la invasión y se pedía a todas las naciones que se sumaran a un
completo boicot en todas las relaciones con Irak. Y así otras más hasta que se
produjo la brutal Tormenta del Desierto con miles de humildes iraquíes muertos,
a pesar de que ya no era necesaria pues Sadam ya había anunciado su retirada de
Kuwait.
Pero en 1975 ¡oh, paradoja! Mauritania, que era parte
interesada en el reparto del Sáhara, formaba parte del Consejo de Seguridad.
Pero lo que más importancia tuvo en las decisiones del Consejo de Seguridad, y
desde entonces así ha sido, fue la actitud de Francia cuyo Presidente en aquel
tiempo era Giscard d`Estaing. Sí, el mismo que aceptaba los diamantes que le
regalaba su amigo el caníbal Bocassa I, Emperador de Centro África, apóstol de
la paz y servidor de Jesucristo.
Otro caso no menos llamativo y reciente, el de Libia,
que a menos de quince días del inicio de la crisis (empezó el 15 febrero) el
Consejo de Seguridad ya decreta un embargo contra Gadafi y en apenas
transcurrido un mes autoriza el empleo de la fuerza. Dicen que para proteger los
derechos humanos de la población libia y en defensa de unos insurgentes que al
empezar su protesta tenían armas y las usaron.. ¿Aceptaría la ONU que los
saharauis emplearan armas en sus protestas? Anda que no investigaron en Bruselas
y otros foros a ver si los saharauis del campamento de Gdeim Izik tenían armas o
no, para exculpar a Marruecos. ¿Era peor o mas injusta la situación de estos
anti Gadafi que la de los saharauis en los territorios ocupados, prisioneros en
su tierra?
Pero ¿por qué no se protegen los derechos de los
saharauis? esta pregunta se la hace mucha gente y sólo tiene una respuesta:
porque no se quiere privar a Marruecos de su capacidad intimidatoria sobre la
población. Y es que no hay nada nuevo bajo el sol: a una población que quiere
ser libre solo se la somete por la fuerza, que es lo que hace Marruecos con el
apoyo de la ONU. Todo esto me parece de un cinismo
espantoso.
Desde 1976 a 1991 hubo en el territorio del
Sáhara una verdadera guerra que también se extendió al mar e incluso al aire.
Pero en todo ese tiempo el Consejo de Seguridad no consideró que se daban las
condiciones para intervenir en conformidad con el Capítulo VII de la Carta, como
ocurrió en el caso de Irak, a pesar de las barbaridades que estaba cometiendo el
ejército de Marruecos, que bombardeaba con fósforo a una población civil que
huía en busca de refugio en Argelia. Y a pesar también de la bestial represión
que se empezó a ejercer sobre la población saharaui que no quiso o no pudo huir
a la llegada de los marroquíes. Años después se descubriría la estremecedora
realidad de lo que fueron las cárceles secretas en las que sufrieron hasta
veinte años de prisión muchos saharauis, mujeres y niños incluidos, de los que
se había perdido toda pista y que simplemente se les daba por desaparecidos.
Para mas “inri” el régimen prohibía toda mención a un prisionero, hasta el punto
que un niño en su escuela no se atrevía a decir que su padre estaba desaparecido
y solo decía que se había fugado dejándoles abandonados. Todo por el delito de
ser saharaui.
¡Es imposible que el pueblo saharaui olvide esto!
Perdonar puede que sí, pero olvidar...
En aquella guerra, en la que EEUU y Francia
participaron con todo el descaro en favor de Marruecos, sólo se llegó a un alto
el fuego cuando aquellos dos socios, ante la decidida voluntad de defenderse del
pueblo saharaui, buscaron una solución que sin renunciar a sus apetencias les
fuese menos onerosa. Pensaron que una vez terminados los últimos kilómetros de
muros, minas y alambradas que dejaban casi todo el territorio en poder de
Marruecos y protegido contra los ataques de los saharauis, ya no había razón
para continuar con una costosa guerra cuando se podían conseguir los mismos
fines por otros medios.
Y así se llego al Plan de Paz aceptado por ambas
partes en el cual se indicaba la fecha del alto el fuego y el período de tiempo
precedente a esta fecha en que se suspenderían todas las operaciones militares.
A pesar de pactos, palabras y firmas, Marruecos continuó bombardeando
poblaciones como Birlehlu y Tifariti, destruyendo los pozos de agua de la zona
en pleno mes de agosto.
Estas acciones serían las primeras muestras de la
nula voluntad de Marruecos de llevar adelante el acuerdo aceptado. Después
pondrían en juego toda una imaginativa gama de triquiñuelas administrativas
alterando incluso partes ya aprobadas para entorpecer el desarrollo del Plan.
Tampoco se privaron de poner en práctica su arma secreta: el soborno. Altos
funcionarios de la ONU fueron sospechosamente complacientes con las pretensiones
marroquíes; el paquistaní Zia Rizvi, el consejero jurídico Ben Achour, Pérez de
Cuellar, Butros Gali, Kofi Annan, Yaqub Kahn y otros. Es conocida la maniobra de
Pérez de Cuellar que pocos días antes de cesar en el cargo de Secretario General
introducía modificaciones favorables a Marruecos en el censo de votantes sin
consultar con el Frente Polisario, pero tiempo después nos enteramos que había
sido nombrado alto directivo en una empresa del imperio económico del Rey de
Marruecos, o Kofi Annan que cuando nombra representante personal a James Baker
le envía el mensaje de que debe buscar una solución que prevea una autonomía
bajo la soberanía de Marruecos, etc, etc.
El Plan de Paz se ha convertido en un engaño más, una
maniobra retardatriz con el fin de que vaya pasando el tiempo y Marruecos se
asiente sólidamente en el Sáhara. Solo así se explican esos eufemismos con los
que se trata de evitar un pronunciamiento rotundo en favor del referendo de
autodeterminación. ¿Cómo es posible que después del acuerdo al que llegaron
ambas partes adoptando el Plan de Paz, todavía al cabo de veinte años el Consejo
de Seguridad pida en todas sus resoluciones que las partes se pongan de acuerdo
en una solución que sea justa, duradera y mutuamente aceptable. El Plan de Paz
ya fue ese acuerdo. Si ahora hay que buscar un nuevo acuerdo ¿quién asegura que
luego no pedirían un nuevo acuerdo dentro del acuerdo anterior y este a su vez
dentro del acuerdo y así hasta.... ¿hasta cuando? Esta fue una de las tácticas
que empleó Moratinos para hacerle el juego a Francia; ir dilatando el asunto, a
ver si se cansaban los saharauis. Que dialoguen las partes, decía, que se pongan
de acuerdo, cuando ya no había nada más que acordar y solo faltaba que se
cumpliera lo acordado.
Este Moratinos es que no descansa, acaba de dejar el
puesto de Ministro y ahora quiere ser Director General de la FAO (Agencia de
Alimentación) y a Guinea que se ha ido el tío, a ver a su amigo Obiang (íntimo
de Marruecos) a pedir su apoyo. Menudos paseos se está dando con toda una corte
asesores y demás a gastos pagados; con nuestro dinero por supuesto. ¿Será
posible que con cinco millones de parados el Gobierno español se vaya a fijar en
semejante calamidad para promocionarle a ese puesto tan goloso? ¿No tiene
bastante con la pensión de Ministro?
La misma muestra de cinismo fue a la que se agarró la
ministra Jiménez al poco tiempo de asumir su cargo, siguiendo las directrices
del anterior ministro, y en ella sigue cada vez que se le pregunta por la
cuestión del Sahara: una solución justa, duradera y mutuamente aceptable,
responde. Es de señalar que después de tantas resoluciones en las que se repite
la frase nadie haya puesto un ejemplo de lo que podría ser esa solución. ¿En qué
consistiría?, ¿puede haber una solución justa que no sea restituir al pueblo
saharaui sus derechos?, ¿piensa alguien que esa oferta de autonomía que hace
Marruecos de un territorio que no es suyo a sus verdaderos dueños puede ser esa
solución justa, duradera y aceptable para los saharauis? Está claro que los
marroquíes no están dispuestos a ceder ni una migaja de lo que han conseguido
estos años de negociaciones fraudulentas con la necesaria cooperación de la ONU.
Pero los saharauis ya no pueden ceder más en favor de esa supuesta solución
justa, duradera aceptable etc. Ellos ya ha puesto de su parte todo lo que
podían. Mas de lo que podían.
Es escandaloso que a estas alturas el Secretario
General de la ONU no se atreva (tiene que portarse bien o no lo elegirán para un
segundo mandato) a enviar al Consejo de Seguridad un informe en el que
recomiende que la Minurso, que es quien mejor podría hacerlo, se preocupe de la
vigilancia de los derechos humanos de los habitantes del Sáhara, ¿para qué está
la ONU? y a cambio recomienda que esta cuestión sea ejercida por el Alto
Comisionado de la ONU para los Derechos Humanos, ACONDH, que solo cuenta con
limitadas posibilidades de ejercer esas funciones, y a un organismo del propio
Marruecos como es el nuevo Consejo Nacional de Derechos Humanos. Es decir; la
ONU, organismo de Derecho Internacional, propone a un gobierno dictatorial que
se preocupe de los abusos y la represión que sufre un pueblo que ese mismo
gobierno reprime. La mayor violación de los derechos del pueblo saharaui es la
que ejerce Marruecos al ocupar su tierra por la fuerza y negarle el derecho a la
independencia.
Parece que se estuvieran programando los hechos con
la oculta intención de forzar a los saharauis a embarcarse en una guerra que
desde hace algún tiempo la juventud reclama. No seré yo quien critique el empleo
inteligente de medios más coercitivos en su lucha de liberación, aunque pienso
que una guerra abierta debe ser el último recurso. Seguro que los saharauis
lucharían heroicamente y escribirían páginas de gloria pero ante los medios tan
poderosos que posee el enemigo (Francia acudiría en ayuda Marruecos como hizo
anteriormente) poco podrían hacer. Una guerra trae muchos padecimientos para
toda la población, muere mucha gente, se producen muchos heridos, algunos con
lesiones graves para toda su vida. Pero hay otros sistemas también contundentes
y quizás más efectivos para ejercer presión sobre las personas directamente
responsables de que la cuestión no se resuelva, es cuestión de echarle
imaginación.
Hace unos días la agencia marroquí de información
volvía sobre el recurrente tema de acusar al Polisario de terrorismo. No se
conoce ningún acto de terrorismo cometido por los saharauis, y dudo que
cualquier persona imparcial convenientemente informada sobre la causa saharaui
pudiera acusar a los saharauis de terroristas en el caso de que pongan en
práctica algún tipo de lucha armada. Pienso que después de haber sido desgajados
de su tierra los veinte y cinco mil kilómetros de Tarfaya, haber sido fusilados
compañeros que habían caído heridos en el campo de batalla, compañeros
torturados en la cárcel hasta la muerte y sufrido los treinta y cinco años de
continua opresión y barbarie de Marruecos se han ganado el derecho a usar el
procedimiento que mejor crean para conseguir su libertad.. Pero si algún día
recurren a practicar algún tipo de violencia, pido que no lo hagan
indiscriminadamente, que no paguen justos por pecadores, y que ajusten cuentas
con aquellos/as que han sido los verdaderos culpables de sus sufrimientos. Son
muchos y ya están señalados en rojo en el semáforo de la
historia.
Una vez leído este escrito, se comprende que yo no
vea con buenos ojos la parte final de la iniciativa que la APDH ha presentado en
el Congreso en la que se contempla la posibilidad de que, dada la inoperancia de
España como potencia administradora, se hiciera cargo de la administración la
propia ONU. Simplemente, es que no me fío de la ONU, creo que desde el principio
no ha jugado limpio en la cuestión del Sahara.
Javier
Perote
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