viernes, 19 de abril de 2013

Kenedy y Bardem elevan la presión sobre los abusos de los derechos humanos en el Sáhara


ABC - LUIS DE VEGA - MADRID - 19/04/2013

Las denuncias sobre los derechos humanos y el deseo del Gobierno estadounidense de que se vigilen estos abusos siguen calentando los días previos a las reuniones en el Consejo de Seguridad de la ONU en torno al conflicto del Sahara Occidental. La ONG Human Rights Watch (HRW) en vió el miércoles una carta a todos los miembros del consejo «para ampliar el mandato (de la misión de la ONU en el Sahara)e incorporar la supervisión de los derechos humanos».



Pero la última en saltar a la palestra ha sido Kerry Kennedy, hija del asesinado senador demócrata norteamericano Robert F. Kennedy y presidenta del centro para la Justicia y los Derechos Humanos que lleva su nombre.

Kerry Kennedy dijo ayer en Madrid durante una rueda de prensa que «es un paso enorme» que su país haya tomado la decisión de presionar para que la misión de la ONU en el Sahara Occidental, la Minurso, supervise los derechos humanos en ese territorio «bajo ocupación militar». Así lo pudo comprobar hace unos meses sobre el terreno, donde vivió «historias horrendas».

«Como defensora de los derechos humanos no me importa tanto qué gobierno les mande (a los saharauis). Lo que me importa es que cumpla las obligaciones internacionles que ha firmado, como ha hecho el reino de Marruecos y es su deber cumplirlos», dijo la presidenta del Centro Robert F. Kennedy para la Justicia y los Derechos Humanos (RFKC), nacido en 1968. «No es nuestra economía ni nuestros militares los que están en juego, sino nuestros valores, nuestra democracia y nuestros derechos humanos».

«Si no lo conseguimos en estos momentos, creo que hemos avisado a los marroquíes de que se va a continuar así» dijo antes de puntualizar que no está «contra Marruecos, uno de mis países favoritos». «Quiero que el rey no crea que vamos contra ellos sino que buscamos la justicia, la libertad y la democracia», añadió.

Asimismo, Kennedy instó a los españoles, «a los que tanto importaba el Sahara Occidental», a que se movilicen también. Durante una conferencia estuvo precisamente acompañada por el actor Javier Bardem, que se ha convertido en los últimos años en el principal pilar español del activismo a favor de la causa saharaui.

Bardem pidió a las autoridades españolas que «no cierren los ojos» y que dejen de ser amigos del rey Mohamed VI, que «promueve la tortura y la prisión a cientos de miles de personas».

La sorpresa entre los miembros permanentes del Consejo de Seguridad podría llegar esta vez por parte de Francia, tradicional aliado de Marruecos, que podría no frenar la propuesta de estados Unidos de vigilar los derechos humanos.

«No esperamos que Francia la bloquee», dijo un diplomático del Grupo de Amigos del Sahara (Estados Unidos, Francia, Reino Unido, Rusia y España) a la agencia Reuters, que lo confirmó con otra fuente. París ha rechazado en ocasiones anteriores este tipo de iniciativas, con lo que habría un cambio de postura si esto se confirmara.

El paso dado ahora por Washington, que ha presentado un proyecto de resolución para que se discuta desde el próximo lunes en el Consejo de Seguridad, ha enfrentado a Estados Unidos con su principal aliado en el Magreb, Marruecos. Rabat sabe del poder de influencia de la administración de Barack Obama y no oculta su enfado.

Como gesto más visible, más allá de las declaraciones airadas de sus gobernantes y del envío de mensajes a través de su aparato mediático en los últimos días, Rabat ha cancelado incluso las maniobras militares African Lion que deberían llevar a cabo estos días ambos países en territorio marroquí con la presencia de más de 1.400 militares estadounidenses.

Ocho ONG marroquíes han escrito en las últimas horas al secretario general de la ONU, Ban Ki Moon, para decirle que no es necesario que la Minurso se encargue de los derechos humanos. No opina así la organización humanitaria más influyente del país magrebí, la Asociación Marroquí de Derechos Humanos (AMDH), que se ha desmarcado de esta iniciativa y defiende que la ONU sí amplíe su mandato en ese sentido, informa France Presse.

Kerry Kennedy relató algunos hechos vividos el año pasado junto a una delegación del RFKC en la ciudad de El Aaiún, capital del Sahara Occidental, donde hay «militares y policías en cada esquina».

«Vimos a un policía de uniforme y a otros de paisano dar una gran paliza a una mujer. Trataron de impedir que lo observáramos. Me impresionó mucho cómo uno de los agentes quiso quitar la cámara a mi hija de 17 años, a la que golpeó. Logramos llevar a la mujer al hospital y hacerle fotos».

«Cuando se las enseñamos a las autoridades del reino de Marruecos nos dijeron que las fotos pueden mentir. Esta impunidad demuestra la imposibilidad de obtener justicia», concluyó.

Kerry Kennedy se refirió de manera especial a la activista de derechos humanos saharaui Aminatu Haidar, premio Robert Kennedy en 2008 y a la que no dudó en comparar con Martin Luther King o con Mahatma Gandhi. «Nos preocupa mucho su seguridad», señaló refiriéndose a esta mujer que ha sido torturada en varias ocasiones y que ha pasado varios periodos en penales marroquíes como presa política.

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