Ana María Uría - La Nueva España - 13/07/2012
«Llamé a la asociación y necesitaban familias sí o sí, así que decidí tirarme a la piscina», comenta Celia Martínez. Ella es una de las ovetenses que acogerá durante los meses de julio y agosto a un niño saharaui, durante sus vacaciones de verano. Ayer las cincuenta familias de Oviedo que colaboran en el programa «Vacaciones en paz» se reunieron en el Palacio de los Niños. La Asociación Asturiana de Amigos del Pueblo Saharaui gestiona desde hace diecisiete años esta iniciativa solidaria, en colaboración con diversas entidades públicas y las familias de acogida.
Las personas que ofrecen su casa y su cariño a estos niños, según Alberto Suárez, el vicepresidente de la asociación, es «gente normal, no pudiente» y a pesar de que las ayudas recibidas siguen siendo numerosas, este año han registrado importantes recortes y la supervivencia del programa peligra. La organización se plantea si podrá continuar con él adelante en próximos años.
La concejala de Cooperación, Silvia Junco, recibió ayer a familias y niños. Junco destacó que, pese a la situación de crisis económica, «el número de familias que se han unido a esta iniciativa solidaria se mantiene con respecto al año pasado».
Abdelfatán, uno de los pequeños participantes en estas vacaciones, cumple 10 años este domingo, y según su madre de acogida, Ángeles Lazcano, «lloró el primer día, pero ya no volvió a hacerlo más». Es la primera vez que la familia participa en el programa y dice que hay que hacerlo por solidaridad, «porque si todos nos lavamos las manos?». La mujer explica que durante estos dos meses, Abdelfatán va a llevar «la vida normal que se hace en mi casa, piscina, parque, salir a hacer la compra?».
Otros como Lucía Zapico, madre de acogida de Habib, procedente de Tinduf, afirma que «le encanta la piscina, y vamos a enseñarle a nadar». «Además, haremos con él la Senda del Oso, y hoy ha recogido frutas del bosque en El Malaín, en Villaviciosa», añadió.
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