La Nueva España - 07/07/2014
"Tú a ellos les das cosas materiales, pero ellos a ti te lo dan todo". Ésta era la frase más repetida entre las familias que acogerán durante este verano a los 250 niños saharauis refugiados en Tinduf. El acto de encuentro tuvo lugar a lo largo de la mañana de ayer en el centro sociocultural de Los Canapés.
"Tú a ellos les das cosas materiales, pero ellos a ti te lo dan todo". Ésta era la frase más repetida entre las familias que acogerán durante este verano a los 250 niños saharauis refugiados en Tinduf. El acto de encuentro tuvo lugar a lo largo de la mañana de ayer en el centro sociocultural de Los Canapés.
Con más experiencia, seis veranos exactamente, llegaba Pilar Martínez desde Pola de Lena para encontrarse con Maguada. "Yo llevo, además de acogiendo niños, seis años bajando a los campamentos, y puedo decir que allí ya tengo familia", confesaba visiblemente emocionada la lenense. Con la perspectiva que le dan tantos años de colaboración, Martínez cree que "ahora las cosas allí están peor que nunca". "La ayuda humanitaria que llega es escasa, porque antes sólo se pedía para África, y ahora hay que pedir también para España. Una familia de nueve miembros, por ejemplo, recibe nueve plátanos, muchas cebollas, cinco litros de aceite, cinco kilos de arroz y poco más cuando mandan la ayuda", aseguró.
Más singular es el caso de Teresa Suárez y su marido, Venceslao García. El matrimonio de Tanes venía a recoger a Hamdi, un niño de 9 años que se estrenaba en el programa. Lo curioso de esta historia es que el hermano mayor de Hamdi, Mamuni, estuvo conviviendo en el concejo casín, donde demostró tener un gran potencial académico. Por ello, esta segunda madre está luchado "para traerlo aquí". "Es muy injusto que niños que están sacando matrículas de honor, y cuyos padres están de acuerdo en que salgan del país para buscar una oportunidad, no puedan hacerlo. Yo sé que hijos de gente que está en el Frente Polisario salen del país sin ningún tipo de problema, y a otros no los dejan", sentenció Teresa Suárez.
Por segundo año consecutivo se encontraban la avilesina Ángeles Fernández y la pequeña Magfuda, de 8 años. "Aunque hablamos por teléfono, la echo mucho de menos", declaraba Fernández. "La niña no tenía ningún tipo de problema médico, pero tenía mucha falta de cariño".
También fue muy emotivo el reencuentro entre Merce Hevia y Fara, que van a por su quinto verano juntas. "La echaba mucho de menos, y eso que hablamos a menudo por teléfono", decía mientras sonreía esta lavianesa. Fara, que habla muy bien español, afirmaba que le gustan "la piscina, los espaguetis, las patatas con ketchup y los helados de fresa".
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